Historia

Aunque la historia del descubrimiento nos refiere en varias ocasiones, que nuestros antepasados indígenas consumían ciertas hierbas en polvo, las cuales inhalaban con una caña, rito al que llamaban cohoba, puede afirmarse que la influencia de la conquista trajo consigo otras costumbres religiosas, sociales y morales, que dejaron de lado en gran medida la práctica y utilización de ésta hierva o sustancia con fines mágico religiosos o alucinógenos.

La primera regulación sobre drogas que conocemos en el país, data del 1ro. de julio de 1918, y fue la orden ejecutiva número 161 del Gobierno Militar Norteamericano, que se instaló en la República de 1916 a 1924. Esta orden reglamentaba y regulaba la fabricación, importación, preparación, distribución, venta o regalo de opio, morfina, cocaína y otras drogas narcóticas, y aparece en la gaceta oficial No. 2909.

Esta orden ejecutiva es la base de la legislación de drogas en la República Dominicana, que está formada por 43 disposiciones entre reglamentos, leyes y decretos.

Aunque desde los años 30 a los 60 aparecieron casos aislados de uso de drogas y fármacos controlados, algunos investigadores refieren que fue a finales de la década del 60 y principio del 70, cuando en la República Dominicana, comenzaron a aparecer con mayor frecuencia los casos de tráfico, venta y consumo de drogas peligrosas, como la marihuana y la cocaína.

Preocupado por este problema, el Gobierno Dominicano, promulgó la ley 168 del 12 de mayo de 1975, como un mecanismo de control, tanto para el tráfico como para el consumo de drogas, encargando a la Policía Nacional de velar por el cumplimiento de esta ley por vía del Departamento Contra Narcóticos.

La Policía Nacional obtuvo considerables éxitos en la aplicación de la ley 168, pero la tecnificación de los narcotraficantes, que intentaban usar nuestro país como puente, así como la aparición de elementos de la sociedad que empezaban a consumir drogas en mayor cantidad y el regreso al país de un alto número de dominicanos que dominaban nuevas técnicas del contrabando, hacían necesarias la implementación de planes militares y medidas operacionales de mayor alcance para coadyuvar y apoyar las acciones de la Policía contra estos delincuentes.

Esto motivó la creación, el 4 de noviembre de 1985, de un equipo de selectos oficiales de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, que se denominó Centro de Información y Coordinación Conjuntas, (C.I.C.C.) con gran preparación en el área de control del narcotráfico y en el área de investigación y análisis de la información, así el nuevo organismo vino a auxiliar al Departamento de Contra Narcóticos.

Este Centro de Información y Coordinación Conjuntas, inmediatamente creado, empezó a rendir los frutos esperados, asestando duros golpes al narcotráfico como fueron el caso de Arroyo Barril, donde se incautó la cantidad de 691 kilos de cocaína pura y el caso del Helen Express, cuando se incautó la cantidad de 961 kilos de esta droga.

El éxito alcanzado por este equipo abrió el ánimo y dejó claramente establecida la necesidad de la creación de una institución y una legislación especializadas para luchar contra el terrible enemigo, acorde con los tiempos, y circunstancias que se vivían al final de la década del 80.

Mediante esta ley, y específicamente en su artículo 10, fue creada la Dirección Nacional de Control de Drogas, dependencia directa del poder ejecutivo. Dentro de sus principales finalidades esta velar por el fiel cumplimiento y ejecución de las disposiciones de la ley 50-88, además, prevenir y reprimir el consumo, distribución y tráfico ilícito de drogas y sustancias controladas, en todo el territorio nacional.

Así como investigar y someter a la justicia a toda persona física o moral que viole dicha ley, tal mandato se cumple a través de nuestro cuerpo jurídico, sin tener la necesidad de someter a los acusados del delito mediante otras instituciones militares o policiales.

  • Señala la ley 50-88 en su artículo 11, que esta Dirección Nacional de Control de Drogas, estará a cargo de una junta directiva integrada por 5 miembros que serán nombrados por el Poder Ejecutivo, y estará formada por:
  1. Un representante de la Presidencia de la Rep.
  2. Un representante de las Fuerzas Armadas o la Policía Nacional.
  3. Un representante del Ministerio de Salud Pública.
  4. Un representante del Ministerio de Relaciones Exteriores.
  5. Un miembro prominente de la Iglesia Católica Dominicana.

 

De las periódicas reuniones de trabajo de esta distinguida y bien representada junta directiva, salen el diseño y las políticas inmediatas a seguir en nuestras actividades de combatir tanto al narcotráfico como el uso y abuso de drogas y sustancias controladas.

La ley 50-88, verdaderamente marcó un hito en la lucha contra el narcotráfico en la Rep. Dom, púes, además, de crear nuestra institución y otras que describiremos más adelante, nos dotó de herramientas legales más fuertes y más actualizadas para enfrentar tanto a los narcotraficantes como a sus auspiciadores y/o patrocinadores, estableciendo calificaciones tanto para los violadores de la ley como en las penas que deben ser impuestas a éstos.

La ley 50-88, integró el Centro de Información y Coordinación Conjuntas a la Dirección Nacional de Control de Drogas y le asignó la responsabilidad de controlar el sistema de inteligencia nacional anti-drogas, para colectar, analizar y diseminar información de inteligencia estratégica y operacional, con la finalidad de contrarrestar las actividades del tráfico ilícito de drogas. El grado de profesionalidad y la dedicación al trabajo de los oficiales que componen este CICC, ha tenido como resultado la detención de un gran número de narcotraficantes internacionales y la preparación de un sin número de casos que han dado como resultado el decomiso de varios miles de kilos de cocaína pura y otras drogas peligrosas.

Este Centro de Información y Coordinación Conjuntas, mantiene un real y efectivo intercambio e informaciones con agencias de inteligencia de países amigos de América y Europa. Podríamos poner como ejemplo, el eficiente intercambio de informaciones con el Paso Inteligence Center (EPIC), en coordinación con la oficina de la D.E.A.

En Rep. Dom., la DNCD cuenta además con la Dirección de Químicos y Precursores, la cual lleva el control de todos los productos químicos que llegan al país para el uso de laboratorios.

La Dirección Nacional de Control de Drogas de la Rep. Dom., está integrada por oficiales, clases y alistados provenientes de las diferentes instituciones que conforman las Fuerzas Armadas, y la Policía Nacional, de quienes recibimos constante y eficiente apoyo en la lucha contra el narcotráfico.

El Ejército Nacional preservando nuestra frontera con la hermana Rep. de Haití, y patrullando cordilleras y campos, la Marina de Guerra, en el patrullaje de nuestra costas y aguas territoriales, la Fuerza Aérea Dominicana con el patrullaje de nuestro espacio aéreo y apoyando nuestras operaciones helicoportadas, y la Policía Nacional con su patrullaje constantes en todas las ciudades de la República.

He aquí un exitoso ejemplo de cooperación y coordinación entre la Secretaría de Estado de las Fuerzas Armadas, Policía Nacional y la Dirección Nacional de Control de Drogas. Desde el año 1988, en que fue fundada, hasta la fecha, nuestra institución ha decomisado (Ver estadísticas).

Cuenta nuestra institución con una Dirección de Operaciones Contra el Tráfico de Drogas para el Consumo Interno, sub-dividida territorialmente en departamentos regionales, divisiones provinciales y secciones municipales para fines operativos del combate al consumo interno a nivel nacional.

Todos nuestros oficiales, alistados y agentes mantienen un entrenamiento constante en diferentes áreas, a través de la Academia de Control de Drogas, creada por la ley 50-88, como una institución educativa bajo la dependencia de la Dirección Nacional de Control de Drogas.

Esta Academia cuenta con un equipo de militares, técnicos y profesionales que sirven como instructores, para desarrollar sus programas de entrenamientos y cursos especializados, además del apoyo de los instructores del servicio de aduana de los EE.UU., de los del Drug Enforcement Administration (DEA), quienes nos visitan periódicamente, así como también de la Unión Europea, contribuyendo a la formación de nuestros hombres y mujeres.

Los narcotraficantes no han escatimado esfuerzos o métodos para tratar de introducir drogas a la Rep. Dom., y para esto han utilizado barcos, aviones, lanchas rápidas, contenedores de carga, piezas industriales, productos enlatados, útiles deportivos, equipajes personales, instrumentos musicales, así como otras técnicas.

Pero sigue siendo el más despiadado y deshumanizado de todos, la utilización de personas de bajos recursos económicos y sociales utilizadas como transportistas de la droga dentro de sus intestinos, estas reciben el sobrenombre de Mulas, nuestras oficinas satélites instaladas en los aeropuertos internacionales han logrado detener una apreciable cantidad de estos transportistas.

Además de la experiencia que demuestran nuestros agentes destacados en los aeropuertos, en cuanto a detectar el perfil sospechoso de los pasajeros, cuentan con varios ejemplares caninos y con equipos de rayos X, para el chequeo del equipaje y la carga en los diferentes depósitos de aduana.

Pero nuestra institución no solo ha cumplido eficientemente su misión de reprimir el narcotráfico, sino también cumple con la misión de prevenir el uso y consumo de drogas a través de sus programas preventivos realizados a diferentes niveles de la población.

Cuenta la D.N.C.D. con el programa de prevención contra el uso indebido de drogas, auspiciado y sustentado por los fondos de las Naciones Unidas y a través del cual se preparan orientadores escolares en todos los colegios y escuelas del país.

También programas de prevención y orientación comunitaria llevados a cabo por la Dirección de Orientación Comunitaria (DOC), llevando el deporte y la cultura hasta nuestros barrios populares y así brindando otra alternativa a la parte más vulnerable de esta problemática que son los adolescentes.

Nuestros orientadores visitan todas las regiones del país ofreciendo charlas, seminarios y cursos de prevención contra el uso indebido de drogas en asociaciones de padres, clubes culturales y deportivos, escuelas y universidades y otras instituciones que lo solicitan.

En esta labor, trabajamos en coordinación con el Ministerio de Educación, Ministerio de Deportes, Consejo Nacional de Drogas y con Asociaciones Religiosas, Deportivas y Culturales.

De estas instituciones, se debe resaltar la labor de una de ellas, en la lucha contra nuestro enemigo común. El Consejo Nacional de Drogas, que nació junto a nuestra institución en la ley 50-88, es un organismo formado por siete (7) miembros de nuestra sociedad, de reconocida solvencia moral, que son designados por el Poder Ejecutivo, y tienen como objetivos principales los siguientes:

  1. Asesorar al Poder Ejecutivo en materia de la problemática de las drogas en la República Dominicana.
  2. Revisar, diseñar, desarrollar e implementar la estrategia y campaña nacional contra el consumo, distribución y tráfico de drogas ilícitas en la República Dominicana.

Por último, proporcionar la coordinación de todos los sectores públicos y privados de la República Dominicana, para detener el tráfico ilícito de drogas a nivel nacional e internacional.

Este Consejo Nacional de Drogas, ha trabajado desde nuestra fundación, hombro con hombro, con nuestra Dirección Nacional de Control de Drogas, brindando todo el apoyo y asesoramiento para hacer más eficiente nuestra lucha.